A la salvia (Salvia officinalis) se la considera la reina de las plantas aromáticas. Su nombre vulgar es el de "hierba sacra", que le fue atribuido por los romanos. El uso práctico de la salvia es el de aromatizar los platos, pero son varias las propiedades de los principios activos contenidos en ella. Se cultiva para la industria alimentaria, la herboristería, la cosmética y la industria de los licores, entre otros.
Debido a sus propiedades en la antigüedad la salvia era considerada más un medicamento que un condimento. Con el pasar del tiempo, la salvia se vuelve lentamente, uno de los olores más típicos de la cocina, sobre todo, de la cocina italiana.