Las semillas de comino (Cuminum cyminum) provienen de una planta anual de poco crecimiento y originaria del Mediterráneo oriental y África del Norte. Es una especia muy antigua, encontramos referencias a ella incluso en el Antiguo Testamento.
Las flores pueden ser blancas o rosadas y se agrupan en umbelas de muy poco radio. El fruto es alargado, más o menos achatado en sus extremos, semejante a un balón de rugby de 5 a 7 milímetros de largo por 1,5 de espesor. Es en su fruto donde se encuentran los principios activos. Especia culinaria muy utilizada en Oriente, África del Norte, Andalucía y Portugal, se puede utilizar entera o molida. Entre sus propiedades se destacan la de ser un tónico estomacal y aperitivo.
Fue considerada una planta excepcional hasta que cayó en desuso, de tal forma que llegó a popularizarse la frase "me importa un comino", para referirse a aquello que no tiene ninguna importancia.