No he conocido a nadie que no caiga rendido ante la exuberante simpleza de una focaccia (preparación salada, crocante por fuera y esponjosa por dentro, condimentada con especias). Deliciosa y aromática, esconde bajo su corteza crocante y olivada un interior tierno y húmedo.
Para prepararla es importante elegir un buen aceite de oliva, con personalidad y dedicarle algún tiempito al amasado. Mientras tanto podemos ir eligiendo el vino, el queso y la música para recibirla apenas salga del horno.
En esta ocasión: focaccia a las hierbas:
Pueden agregarle tomates, rodajas de papas, berenjenas etc. para una focaccia más suculenta, o cortala al medio y hacer unos sándwiches con mozarella fresca, pesto y zuchini, o también cortarla en rodajas y tostarla para acompañar un rico dip (salsa), ponerla en el freezer un ratito, así podemos cortarla mas fino.
Ingredientes:
Harina oooo 1 Kg.
Aceite de oliva 130 ml (más para asadera)
Agua tibia 600 ml aprox.
Sal 1 cda
Hierbas aromáticas, frescas y secas
Fermento:
Levadura 45 grs.
1 cdta azúcar
1 cda harina
agua tibia para disolver.
Formamos el fermento diluyendo la levadura en el agua tibia, le agregamos la harina y el azúcar, dejamos reposar para que espume bien.
Hacemos un volcán en la mesada con casi toda la harina, guardamos un poquito para el amasado, las hierbas y la sal. Ponemos el fermento en medio, incorporamos el aceite y de a poco vamos tomando la masa con el agua tibia.
Amasamos hasta tener una masa tierna y lisa, aprox. 10 minutos, Dejamos descansar cubierta por film o trapo en un bowl aceitado, hasta que duplique su volumen. Luego estiramos, colocamos en una asadera aceitada (si su asadera es mediana o chica, dividimos en dos la masa), espolvoreamos sal gruesa o entrefina, un poco mas de hierbas y pintamos con una generosa cantidad de aceite de oliva.
Dejamos leudar un rato mas, aplastamos con los dedos y la llevamos a horno medio precalentado una media hora o hasta que salga dorada y al golpearla con los nudillos suene hueco.