Cuando compramos tomates secos es importante fijarnos que mantengan aún su color rojizo y no estén demasiado oscuros y deshidratados, seguramente éstos tengan un sabor amargo.
En casa los hidratamos con agua caliente:
Primero, los colocamos en un bowl. Luego, los cubrimos de agua caliente. Esperamos unos 20 minutos aproximadamente hasta que veamos que están tiernos pero que no se deshacen.
Entonces los escurrimos, secamos bien y sumergimos en aceite de oliva con:
Un diente de ajo
Pimienta en grano Monte Cudine
Laurel, tomillo Monte Cudine y romero.
Es importante fijarnos que el aceite tape bien los tomates así nos durarán más tiempo.
Ponemos nuestros tomates en un frasquito cerrado en la heladera y luego de unos días están deliciosos para consumirlos!
Ideales para servirlos en un plato de pasta con unas hojitas de albahaca, como parte de una salsa para carnes o solos con tostaditas y queso parmesano.