A veces nos toca ser anfitriones, entonces queremos agasajar con lo mejor a nuestros invitados. Otras veces somos invitados, pero no por eso estamos absueltos de colaborar con la mesa navideña.
Esto siempre resulta ser algo muy hablado en todas las familias.
Algunas semanas antes, ideamos qué preparar; y ahí comienzan a relucir las destrezas, y las recetas perfeccionadas en el año (o no tanto).
Es importante tener en cuenta el equilibrio del consumo en la dieta diaria.
Mi consejo es realizar las compras con la mayor anticipación posible, ya que los supermercados esos días son imposibles y nos hacen perder un tiempo muy preciado.
Si proyecto lo que voy a cocinar, puedo organizar la compra de los ingredientes que voy a utilizar.
Si además puedo elaborar las preparaciones y terminarlas el mismo día, podré estar descansada y disfrutar las fiestas con familiares y amigos.