La mayoría de las hortalizas son muy ricas en agua y vitaminas, lo que las convierte en un alimento muy adecuado para el verano.
Hoy en día, debido a los cultivos en invernadero se puede disponer de cualquier tipo de alimento durante todo el año, si bien los de temporada siguen siendo mucho más sabrosos y nutritivos. Por ello, en verano no pueden faltar en nuestra mesa alimentos como la berenjena, el tomate, el pepino, los pimientos, el melón o la sandía.
Las ensaladas son uno de los platos del verano por excelencia. Se pueden elaborar con gran variedad de vegetales, espinacas, diferentes tipos de lechuga, tomate, pepino, pimiento, zanahoria, remolacha, cebolla... por lo que no sólo van a ser un plato ligero y muy nutritivo gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes; sino que resultarán muy atractivas gracias al gran colorido que presentan.
Si se desea elaborar una ensalada más consistente se pueden añadir alimentos como maíz, pasta, arroz o papas, incluso legumbres, que aportan hidratos de carbono complejos a la ensalada y muy poco o nada de grasa.
Las verduras no sólo sirven para elaborar ensaladas, sino que son un acompañamiento perfecto para platos de carnes, ya que cocidas, salteadas e incluso crudas, constituyen una guarnición muy sabrosa y nutritiva.
Aprovechemos las verduras de estación para organizar nuestro menú diario.