Como lo prometido es deuda, aquí les va una guía para hacer deliciosas vinagretas y aderezos caseros, que harán brillar sus ensaladas.
Primero comencemos con una buena vinagreta básica. La regla para una vinagreta balanceada es una parte de ácido por tres partes de aceite; es decir, si ponemos una cucharada de vinagre, vamos a agregarle tres de aceite. Prueben y vuelvan a probar hasta encontrar la relación que más les guste. Hay veces que necesitamos nuestra vinagreta vibrante y con personalidad y otras la preferimos suave y cremosa.
En un bowl ponemos el ácido elegido (vinagre, jugo de limón, aceto), una pizca de sal, pimienta negra molida Monte Cudine y mezclamos.
Luego, comenzamos a incorporar el aceite (aceite de oliva Monte Cudine, o de girasol, maíz, uva, etc.) de a poco, mientras batimos con agilidad. Lo dejamos caer en forma de hilo fino y seguimos batiendo hasta emulsionar. También podemos poner todo junto en un frasco con tapa y agitarlo, o pasar la mezcla por una mixer y lograr una vinagreta bien cremosa.
Probamos y rectificamos el sabor.
Una vez que esté lista la agregamos a nuestra ensalada y mezclamos bien, asegurándonos de que esté toda aderezada. Muy importante: agregar la vinagreta en el momento en que vamos a consumir la ensalada, para evitar que se marchite y pierda frescura.
El próximo viernes les propondré ricas y originales combinaciones para cambiar el look de la vinagreta.