Las altas temperaturas, la humedad, los propios nutrientes de los alimentos (proteínas) y el tiempo que transcurre desde que se prepara la comida hasta que se consume, son factores de riesgo para el desarrollo de una intoxicación alimentaria. Por ello, no todos los alimentos son adecuados para llevar en la fiambrera a la playa o a la piscina.
Los que conviene evitar son:
· Huevos y productos que los contengan (tortillas, revueltos, huevo duro, salsas).
· Pescados y mariscos, aunque estén cocidos.
· Carne picada y derivados cárnicos como salchichas, hamburguesas o albóndigas.
· Leche y derivados, así como productos elaborados que contengan leche y/o huevo (cremas pasteleras, natas, etc.).