Fundamental para niños de edad escolar.
Un desayuno equilibrado contribuye a un reparto adecuado de las calorías a lo largo del día y proporciona nutrientes importantes para el período escolar, época de crecimiento y desarrollo.
¿Qué ocurre sino desayunamos?
Algunas consecuencias son: decaimiento, falta de concentración y mal humor debido a la falta de glucosa, nuestro principal combustible energético.
Hay que recordar que a primera hora de la mañana el organismo lleva ya entre 8 y 10 horas sin recibir ningún alimento. La falta de glucosa empuja a nuestro cuerpo a quemar otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico. En edades escolares, esto condiciona el aprendizaje y acarrea un descenso del rendimiento, capacidad de expresión, de memoria, de creatividad y de resolución de problemas que quedan particularmente afectadas.
¿Cómo es un desayuno equilibrado?
El desayuno debe tener entre el 20 y el 25% de las calorías ingeridas a lo largo del día. Para que sea equilibrado, deben de estar representados los siguientes grupos de alimentos: lácteos, frutas y cereales. Aparte de éstos pueden también participar otros alimentos, como derivados cárnicos y dulces, en cantidades moderadas.
· Lácteos. Contienen proteínas de calidad, calcio, vitaminas A y D, y vitaminas del grupo B.
· Frutas. Aportan hidratos de carbono, agua, vitaminas, minerales y fibra.
· Derivados cárnicos. Jamón cocido o serrano, fiambres poco grasos, embutidos contienen proteínas de calidad con función formadora de tejidos y células y cantidades variables de grasa con función energética.
· Otros. Azúcar, mermelada, miel, etc. Aportan hidratos de carbono con función energética.