"Sándwich","refuerzo", "bocadillo", "emparedado" o "bocata", sea como sea que prefiramos llamarlo el sándwich es una de las maravillas gastronómicas de siempre.
Creado en Inglaterra en el siglo XVII, el sándwich no ha hecho más que cosechar éxitos y difundirse por el mundo.
Es una comida práctica, ideal para el verano y el invierno, fresca y saludable. Puede ser tan simple u original como el humor que tengamos en prepararlo y los ingredientes que encontremos en nuestra cocina.
Para estos días que van quedando de calor y humedad, prefiero los sándwiches con mucha hoja verde, pan fresco de semillas y algún aderezo liviano.
Lo pueden armar de muchas maneras y con muchos ingredientes, es suficiente con aplicar un poco de imaginación!
Les dejo algunas ideas:
- Pollo cocido, palta, cebolla colorada, lechuga crespa, cilantro, sal, pimienta y limón.
- Queso colonia, lomito ahumado, cebollas y morrones salteados con pimienta y aceto.
- Berenjenas grilladas, aceitunas negras, ricota, ralladura de limón y queso crema.
- Huevo poché o al agua, jamón, queso dambo, pimienta negra y mostaza.
- Pescado cocido, zanahoria, rúcula, verdeo, y mayonesa con curry.
- Jamón crudo, tomates frescos y aceite de oliva con un toque de ajo.
- Atún, pepinillos, lechuga iceberg y mayonesa con ciboullette.
- Salame, cebolla, lechuga mantecosa, rabanitos y oliva.
- Carne cocida cortada fina, mayonesa de tomates secos, cherrys y rúcula.
- Jamón ahumado, queso crema con nueces, peras o manzanas salteadas y apio.
¡Ahora elijan o inventen la combinación que más les guste y a deleitarse!