Los campamentos son una opción muy común en las vacaciones, pero debemos garantizarnos algunas condiciones mínimas de alimentación para evitar problemas de salud, teniendo en cuenta que además no siempre donde acampamos hay centros médicos próximos.
Debemos elegir especialmente qué tipos de alimentos vamos a llevar o a comprar durante el camping y asegurarnos tener acceso a agua potable.
Alimentos más adecuados
Los alimentos que elijamos serán en función de sus necesidades de conservación, sobre todo de temperatura.
Lo más adecuado es que optemos por los siguientes alimentos:
· Enlatados (legumbres, verduras, pescados en aceite, e incluso, carnes en conserva), ya que son de larga conservación y no necesitan refrigeración. Una vez abiertos debemos consumirlos inmediatamente.
· Arroz y pasta seca, que además los podemos combinar con casi todos los alimentos (verduras, carnes o pescados en conserva).
· Sopas y otros alimentos deshidratados como leche en polvo; ésta última es imprescindible para sustituir a la leche tradicional.
· Frutos secos y chocolate, son alimentos de buena conservación y gran aporte energético.
Extremar las precauciones
Las heladeritas o conservadoras son útiles sólo para conservar durante las primeras horas un alimento, luego ya no son eficaces ya que las temperaturas del verano no permiten que el frío se mantenga por mucho tiempo dentro de ellas.
La fuente de agua potable es un factor clave en los campamentos al aire libre. Lo ideal es transportar agua potabilizada y renovarla o rellenarla cada vez que se pueda.
Si hay alguna duda al respecto de la calidad del agua, lo recomendable es hervirla durante veinte minutos de esa manera nos aseguraremos evitar cualquier microorganismos.
Si tenemos los cuidados mínimos tendremos las vacaciones esperadas.