Mes de marzo es sinónimo de comienzo de clases, de compra de uniformes, útiles y libros. Es en realidad cuando realmente comienza el año. Porque se ajustan los horarios de toda la familia, nos ponemos en marcha, calentamos los motores y dejamos pasar la primera semana cuando se hacen las adaptaciones, y luego ponemos el piloto automático para el resto del año.
Por eso es tan importante nuestra organización en la preparación de nuestros chicos para para el comienzo de clases.
Se vienen las meriendas, viandas, actividades deportivas y cumpleaños. Todo esto implica horas fuera del hogar y debemos tener cuidado que ellos estén bien alimentados. Sólo necesitamos organizarnos pero sin caer en compras de galletitas o alfajores.
Comencemos el plan anual optimizando nuestros tiempos y elaboremos algunas meriendas caseras. Los clásicos refuercitos o cereales son una opción saludable para la media mañana. Para la hora del almuerzo respetemos algunas reglas de manera que se cumpla la variación del consumo de varios tipos de carnes, cereales y verduras. Y hay que tener en cuenta la cadena de frío ya que algunos alimentos no vamos a poder enviar.
En cuanto al postre la fruta es una buena opción y es fácil de transportar y consumir, además de ser un alimento que no se descompone fácilmente.
No es recomendable enviarle al colegio alimentos que no hayan probado en casa, ellos se encuentra en un lugar diferente, donde tienen que comer rápido para irse a jugar, y el personal que atiende los comedores no puede darle atención a lo que van a consumir, corriendo el riesgo de que de omitan algún alimento porque no les guste y pasan muchas horas sin comer. Recordemos que para que un chico diga que no le gusta algo debe haberlo probado al menos tres veces en varias formas diferentes.
¡Innová en la vianda de tus chicos!