Además de estudiar con esmero, hay un par de cosas que contribuyen para obtener una buena calificación a la hora del examen.
Una alimentación bien planteada y planificada ayuda a que el rendimiento académico del estudiante mejore.
En época de parciales o exámenes se produce un gran desgaste físico y psíquico que puede reducir la concentración. Si bien la masa cerebral está entre el 2% y el 3% del peso corporal total, consume hasta un 20% de la energía que proporcionada por la ingesta de alimentos.
No significa que los estudiantes deban aumentar el número de calorías en su menú diario, sino cuidar que incluya los nutrientes necesarios. No pueden faltar las vitaminas B y E. La vitamina B está presente en frutas, verduras y legumbres y la vitamina E se encuentra en cereales, frutos secos y sales minerales como el potasio, magnesio y zinc,
El éxito académico también está vinculado con la capacidad de concentración, la memoria, el rendimiento intelectual e incluso, en algunos casos, el estado de ánimo.
Para que la dieta del estudiante contribuya a que los resultados del examen sean mejores, hay que empezar el día con un desayuno completo, un café o un vaso de leche con acompañamiento de pan, frutas y cereales..
Como nutricionista, aconsejo, en época de exámenes ser estricto con las cinco ingestas: desayuno, almuerzo, colación, merienda y cena. En las comidas principales no debe faltar, pescado, carne, huevos y vegetales verdes. A modo de colaciones conviene tomar derivados lácteos, fruta, cereales y frutos secos.
Pese a que es una costumbre muy arraigada, se debe evitar el consumo excesivo de café o bebidas con cafeína.
¡Buenas calificaciones!