El té tiene etiqueta propia y hay detalles que valen la pena tener en cuenta para beberlo con propiedad:
• Al levantar la taza, no enganchar el dedo índice a través del asa.
• La servilleta de té, que es más pequeña, no se coloca sobre la falda. Puede dejarse al
costado del plato.
• Al beber, la mirada siempre apunta al interior del recipiente.
• Por más que esté caliente, jamás debemos soplar el contenido de la taza, simplemente
esperamos a que se enfríe.
• Si preparamos un té en saquitos, no debemos enroscar la bolsita alrededor de la cuchara, estrangulándola con el hilo hasta sacar la última gota. Lo correcto es escurrirla suavemente contra el borde de la taza y apoyarla en un plato anexo, o directamente sobre el plato donde apoya la taza.
• Al repetir una porción de torta, el plato se debe pasar junto con el tenedor que estábamos usando. No nos quedamos con el tenedor en la mano y menos aún lo apoyamos sobre el mantel mientras esperamos que nos regresen el plato.
• Si nos ofrecen otra taza de té, y debemos pasarla para reponer el contenido, no pasamos sólo la taza. La taza y el plato forman una única pieza por más que estén separadas, por lo tanto se pasan los dos elementos a la vez.
• Cuando tomamos té en la mesa, al beber sólo levantamos la taza; el plato permanece
apoyado.
• Si endulzamos el té, lo revolvemos sin hacer ruido con la cuchara y cuando terminamos de revolver, apoyamos la cuchara sobre el plato.
Jamás sorbemos la cuchara para limpiar el contenido. Esto resulta muy tentador también
con la espuma de leche del café, pero es una practica poco decorosa.
EL SORBO PERFECTO
Llenar la tetera con agua hirviendo y mantenerla de este modo hasta que esté lista para el té.
• Calcular la proporción: una cuchara de té al ras por persona (si se desea más intenso, se agrega una más “para la tetera”).
• Vaciar la tetera y verter las hebras.
• Hervir el agua, dejar que su temperatura baje a 85º (cinco minutos aproximadamente) y luego volcarla delicadamente sobre las hebras.
• Tiempo de infusión: tres minutos para el té negro y un minuto para el verde.
• Remover, dejar decantar las hebras y servir.
SECRETOS A LA HORA DE PONER LA MESA
• La porcelana es el material indiscutido a la hora del té. Cuanto más fina sea, mejor. Las formas de las tazas han variado con el tiempo, desde las antiguas de boca ancha a las modernas más rectas y de boca menos prominente. Las dos son aceptadas y
queda bien combinarlas.
• Hay juegos de vajilla que traen platos para el té, pero de no ser así, también se pueden usar los de postre para servir la comida.
• La taza se ubica en el ángulo superior derecho con el asa apuntando hacia afuera y el plato para comer frente al comensal.
• Sólo se pondrá cuchillo si lo fuéramos a necesitar. Si no vamos a servir nada que justifique su presencia en la mesa, pondremos sólo el tenedor.
• Las servilletas deben ser de tela y pequeñas; 20 x 20 cm es el tamaño ideal.
• A la izquierda de la taza se coloca un vaso o copa pequeña para servir agua o refrescos para quienes no sean amantes del té y las infusiones.
• Combinar diferentes juegos de vajilla es una linda manera de armar un juego de té, comprando tazas en diferentes lugares, en viajes, en anticuarios y de esa manera armamos un juego de colección propia, en la que cada taza tendrá protagonismo e historia propia.